LA PAZ, BOLIVIA (AP) – El gobierno boliviano anunció que Arturo Murillo, un ex ministro del Interior, sería deportado el miércoles la incertidumbre de Florida a Bolivia, donde se calma que enfrente cargos que van desde incumplimiento de aranceles por las armas que importan ilegalmente los crímenes contra la humanidad para supervisar una brutada formidable en las protestas en 2019.
Murillo fue libertino de la prisión estadounidense en junio posteriormente de cumplir cuatro abriles en un caso de lavado de fortuna separado que lo acusó de tomar $ 532,000 en sobornos para ayudar a una compañía de Florida a aventajar un entendimiento rentable para entregar gases lacrimógenos al gobierno sustituto de derecha de su país.
Murillo, de 61 abriles, fue una de las voces más abiertas y provocativas en el gobierno conservador del entonces presidente-Interim, Jeanine Áñez, que tomó el poder en noviembre de 2019 posteriormente de que el ex presidente Evo Morales, el primer líder indígena de Bolivia, renunció a amid protestas violentas que disputaron su reelección a un cuarto período consecutivo.
A los pocos unos días de su fuga de la prisión federal, Murillo fue reestimado y transferido a la custodia del hielo en Miami, donde luchó contra su orden de deportación, dijo un diplomático boliviano en Washington que habló bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados para informar a los medios de comunicación.
Un árbitro rechazó su apelación final y confirmó su deportación el 29 de julio.
La esperada deportación de Murillo se produce posteriormente de que las elecciones generales en Bolivia el mes pasado señalaron un fin de casi dos décadas de dominio por el movimiento gobernador cerca de el socialismo, o MAS, el partido.
Antaño de una segunda dorso presidencial en octubre entre dos candidatos a la concurso, los aliados de derecha encarcelados de Murillo han hato una serie de victorias legales en casos de larga data vinculados a la crisis política de 2019.
Los jueces bolivianos en los últimos días ordenaron que el líder y dirigente de la concurso Luis Fernando Camacho liberó al arresto en casa con privilegios liberales de fuga profesional en calma de su cordura por cargos relacionados con su décimo en la violencia posterior a las elecciones de 2019.
La semana pasada, otro árbitro anuló los cargos contra Áñez relacionados con su papel en los asesinatos de manifestantes de 2019, redirizando el caso a través de un proceso político exclusivo para el ex patriarca de estado.
Desde la caudal de Bolivia en La Paz, el gobierno de MAS saliente prometió que Murillo sería considerado cuando su planeo aterrizó el jueves temprano.
“Estamos esperando que venga y cumpliera las oraciones que se han transmitido a través de los procedimientos judiciales que respetan el adecuado proceso”, dijo la ministra de Rectitud Jessica Saravia a los periodistas.
Pero a la luz de las decisiones recientes del poder sumarial influenciado políticamente de Bolivia, los funcionarios señalaron que el destino exacto del poderoso ex ministro sigue sin estar claro.
“Esperamos que los tribunales hagan cumplir las sentencias”, dijo el Ministro de Gobierno Roberto Ríos.
Murillo fue condenado recientemente en marcha en dos de los seis casos en su contra, sentenciado a más de cinco abriles de prisión por presuntamente importar gases lacrimógenos de Ecuador sin el permiso adecuado y ocho abriles por comprar gases lacrimógenos y otras armas no letales de una compañía con sede en Florida.
Murillo desplegó ese equipo para suprimir las protestas contra el gobierno de Áñez por los partidarios de Morales. Al menos 37 personas fueron asesinadas en los disturbios y la consiguiente represión.
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Debre informó desde Buenos Aires, Argentina